No es un secreto que los químicos tóxicos de limpieza afectan a la salud humana. Estamos bien informados sobre sus impactos a corto plazo: irritación de la piel, ojos y pulmones. De hecho, esta información está usualmente disponible en las etiquetas de los productos. Sin embargo, conocemos poco sobre su impacto a largo plazo y su posible conexión con enfermedades crónicas, como el asma o la dermatitis.
Diferentes estudios han asociado el asma con productos de limpieza tóxicos. Por su parte, la Universidad de Bergen en Noruega también concluyó que los productos de limpieza dañan los pulmones. El equipo internacional que realizó el estudio, demostró que los productos utilizados para la limpieza del hogar son tan malos para los pulmones como el tabaco. Por otro lado, las alergias a los detergentes son relativamente comunes. “Es posible utilizar un determinado producto químico durante años sin tener ningún problema visible y, más tarde empezar a tener síntomas de alergia. Y es que las alergias pueden surgir del contacto directo de la piel con detergentes, pero también del residuo del producto que queda en la ropa de vestir o en la ropa de cama. La conjuntivitis también puede afectar a los pacientes alérgicos sensibles a los ingredientes de los detergentes.
Además de todas estas consecuencias negativas para nuestra salud, no hay que olvidar que los productos químicos de limpieza también acaban afectando al medio ambiente, ya que contaminan el aire y el agua.
¿Qué hacer para evitar las alergias y daños a la salud?
1. Evitar el uso de aerosoles en spray como desinfectantes o insecticidas
2. Sustituir productos con sustancias químicas tóxicas por productos elaborados con componentes naturales, hipoalergénicos y no irritantes
3. Ventilar la casa durante y después de hacer la limpieza